Educación financiera

Factoring o confirming: vías de liquidez inmediata

Factoring o confirming son dos mecanismos de financiación muy utilizados por las empresas para obtener liquidez inmediata sin necesidad de adquirir una deuda tradicional. Aunque comparten una lógica similar, existen diferencias importantes que vale la pena conocer para tomar decisiones financieras acertadas. También puede conocer más en este vídeo.

Sempli Factoring o confirming

Factoring: liquidez inmediata sobre cuentas por cobrar

El factoring consiste en descontar facturas emitidas a clientes, permitiendo a la empresa acceder a los recursos antes del plazo de pago establecido. Por ejemplo, si una compañía ha emitido una factura con vencimiento a 30 días, puede cederla a una entidad financiera o a un tercero especializado y obtener ese dinero de forma inmediata, menos una comisión.

Confirming: flexibilidad para extender pagos a proveedores

Por otro lado, el confirming se utiliza para extender los plazos de pago a proveedores. En este caso, la entidad financiera actúa como intermediaria: paga al proveedor en el momento acordado y la empresa le reembolsa más adelante. Esto permite a la compañía mejorar su flujo de caja sin afectar la relación comercial con sus proveedores.

Tanto el factoring o confirming pueden ser utilizados simultáneamente, creando una triangulación financiera efectiva: por un lado, se recuperan los derechos económicos de las cuentas por cobrar, y por el otro, se extienden los pagos por cuentas por pagar. Esta estrategia agiliza el ciclo operativo y mejora la eficiencia del capital de trabajo.

Sin embargo, es importante entender que estos mecanismos no inyectan recursos nuevos a la compañía. A diferencia de una deuda tradicional, donde ingresan fondos adicionales que pueden destinarse a inversión o expansión, el factoring o confirming aprovechan los recursos que ya están en movimiento dentro de la empresa. Por eso, su objetivo principal es optimizar el uso del capital de trabajo existente, no ampliarlo.

En cambio, si tu necesidad es contar con nuevos recursos para crecer o invertir, puede que una deuda tradicional sea la mejor opción.

Si estás evaluando opciones para fortalecer las finanzas de tu negocio, te invitamos a leer este artículo: Deuda adecuada para mi empresa: 3 tips, donde exploramos cómo elegir el mejor tipo de financiación según tus necesidades y flujo de caja.