Construcción de presupuesto es una herramienta esencial para la planeación financiera de corto plazo. A diferencia de las proyecciones financieras, que se extienden a tres o cinco años, el presupuesto permite a las empresas tener claridad sobre los requerimientos operativos e inversiones de los próximos meses.
Generalmente, la construcción de presupuesto se trabaja a nivel mensual y se proyecta entre tres y doce meses. Para que sea realmente útil, debe incluir cinco elementos fundamentales:
Identificación de la demanda e ingresos esperados.
Aquí se estima cuántas unidades se espera vender y el precio asociado a cada una. Esto permite proyectar los ingresos en el corto plazo.
Costos directos asociados a la operación.
Incluye todo lo relacionado con la producción, comercialización o prestación del servicio. Es fundamental tener claridad sobre cuánto cuesta realmente entregar el producto al cliente.
Recursos fijos necesarios para operar.
Técnicos, talento humano y tecnología. Son todos aquellos recursos que se necesitan para sostener la capacidad de producción o servicio.
Inversiones previstas.
Es importante contemplar las inversiones que se deben realizar para mantener o aumentar la operación: equipos, tecnología, mejoras, etc.
Capital de trabajo y políticas de cartera.
Esto incluye los días promedio de cobro, los niveles de inventario y los compromisos financieros de corto plazo. Todo esto impacta directamente el flujo de caja mensual.
Cuando se hace bien la construcción de presupuesto, la empresa puede tomar decisiones informadas sobre pagos, inversiones y necesidades de financiamiento, anticipándose a posibles cuellos de botella en la operación.
Si al hacer tu presupuesto identificas una necesidad de liquidez, te recomendamos leer este artículo: Crédito empresarial: por qué tu empresa sí lo necesita
Construcción de presupuesto es una herramienta esencial para la planeación financiera de corto plazo. A diferencia de las proyecciones financieras, que se extienden a tres o cinco años, el presupuesto permite a las empresas tener claridad sobre los requerimientos operativos e inversiones de los próximos meses.
Generalmente, la construcción de presupuesto se trabaja a nivel mensual y se proyecta entre tres y doce meses. Para que sea realmente útil, debe incluir cinco elementos fundamentales:
Identificación de la demanda e ingresos esperados.
Aquí se estima cuántas unidades se espera vender y el precio asociado a cada una. Esto permite proyectar los ingresos en el corto plazo.
Costos directos asociados a la operación.
Incluye todo lo relacionado con la producción, comercialización o prestación del servicio. Es fundamental tener claridad sobre cuánto cuesta realmente entregar el producto al cliente.
Recursos fijos necesarios para operar.
Técnicos, talento humano y tecnología. Son todos aquellos recursos que se necesitan para sostener la capacidad de producción o servicio.
Inversiones previstas.
Es importante contemplar las inversiones que se deben realizar para mantener o aumentar la operación: equipos, tecnología, mejoras, etc.
Capital de trabajo y políticas de cartera.
Esto incluye los días promedio de cobro, los niveles de inventario y los compromisos financieros de corto plazo. Todo esto impacta directamente el flujo de caja mensual.
Cuando se hace bien la construcción de presupuesto, la empresa puede tomar decisiones informadas sobre pagos, inversiones y necesidades de financiamiento, anticipándose a posibles cuellos de botella en la operación.
Si al hacer tu presupuesto identificas una necesidad de liquidez, te recomendamos leer este artículo: Crédito empresarial: por qué tu empresa sí lo necesita
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