Educación financiera

Crecimiento familiar en empresas, ¿cómo gestionarlo?

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El crecimiento familiar en empresas es un fenómeno común en Latinoamérica. Se estima que entre el 70% y el 75% de las pequeñas y medianas empresas están lideradas o compuestas por núcleos familiares. Aunque este modelo puede traer grandes beneficios en etapas tempranas, también implica retos importantes, sobre todo cuando la familia crece más rápido que la empresa. En este vídeo te lo contamos con más detalles.

Este crecimiento desbalanceado puede generar conflictos internos, pérdida de eficiencia y, en el peor de los casos, la destrucción del valor del negocio. ¿Por qué ocurre? Porque, con el tiempo, más miembros de la familia empiezan a integrarse a la empresa, muchas veces sin una estructura clara ni un proceso que garantice una gestión basada en la meritocracia.

Para evitar estos riesgos, hay dos elementos clave que toda administración debe tener en cuenta cuando se presenta un crecimiento familiar en empresas:

1. Priorizar los intereses del negocio sobre los personales.
Esto puede regularse mediante acuerdos o pactos familiares. Su objetivo es establecer reglas claras sobre cómo deben actuar los miembros de la familia dentro de la compañía, de modo que no interfieran con el rumbo estratégico, los márgenes de rentabilidad o los planes de expansión del negocio.

2. Asignar cargos con base en mérito, no en vínculos familiares.
Es fundamental que cada puesto dentro de la organización sea ocupado por personas con la experiencia y las capacidades adecuadas. Nombrar familiares en cargos clave sin preparación suficiente puede comprometer la toma de decisiones estratégicas y dañar el futuro del negocio.

Gestionar bien el crecimiento familiar en empresas permite preservar su valor, garantizar una sucesión saludable y evitar que futuras generaciones enfrenten las consecuencias de una mala administración.

Si estás buscando herramientas para fortalecer tu operación y mantener tu negocio en equilibrio, te invitamos a leer este artículo que puede darte una nueva perspectiva: Crédito empresarial: por qué tu empresa sí lo necesita